Peregrinación Joven al Centro Mariano de Aurora
Peregrinación Joven al Centro Mariano de Aurora
Luego del impulso generado por el Festival de la Juventud realizado en Montevideo, Uruguay, los corazones de los jóvenes fueron llamados a participar de la tercera Peregrinación Joven a los Centros Marianos. Esta vez, el Centro Mariano de Aurora durante los días 16 y 17 de noviembre, los invitó a profundizar en la energía de la unidad, la fraternidad y la construcción de un mundo mejor a través del contacto con la Naturaleza.
El Centro Mariano de Aurora, lugar consagrado por la Virgen María en las proximidades del Río Daymán, Paysandú, Uruguay, reunió a 38 personas, en su mayoría adolescentes y jóvenes de Uruguay, Brasil y Argentina, llamados por el impulso de conocer dicho Centro Sagrado y unir los corazones para un trabajo interno en unión con los Reinos de la Naturaleza.
El encuentro comenzó con un hermoso día soleado, entre cantos y presentaciones de quienes allí se acercaban, para enseguida realizar un breve trabajo físico de estiramiento como inicio de una jornada con diversas actividades.
El significado de la Cruz de la Nueva Humanidad, de cuatro lados iguales reflejando el equilibrio entre los Reinos de la Naturaleza, junto a tres parábolas del Nuevo Testamento fueron temas para reflexionar durante esos días: la parábola del trigo y la cizaña, la parábola del grano de mostaza y la parábola de la levadura.
Después de la introducción a estos temas bajo la sombra de una morera, los participantes tuvieron la oportunidad y la tarea de recorrer el campo de forma individual o en grupo, para poder interiorizar las informaciones recibidas y tomar contacto con la Naturaleza por medio de la plantación de árboles de diferentes especies.
Juan Manuel, de 22 años, nos dice: “Luego tuvimos un momento de reflexión y oración en el que cada uno compartió su experiencia y me sentí identificado con lo que cada uno compartía. Como que cada uno vivió algo que está conectado a nosotros”.
Esta primera etapa del día cerró con un fresco almuerzo vegano servido en una zona del Centro Mariano caracterizada por la belleza del bosque de árboles autóctonos.
Durante la tarde, en la zona del huerto medicinal, se formó un espacio de cocina vegana y cantos que generó armonía y unión entre los presentes como preparación para un momento muy especial: la profundización en las parábolas y la comunión ecuménica en el espacio de la Cruz Azul, lugar donde se puede disfrutar del atardecer con una amplia vista hasta el horizonte.
Todos pudieron abrir su corazón y compartir sensaciones, pensamientos y reflexiones sobre lo que los textos sagrados quieren enseñar a través de esas pocas y simples palabras, lo que permitió la preparación interior para el momento de comulgar con Cristo bajo la luz azul de Emmanuel.
Al día siguiente, después de iniciar la jornada con cantos y mantras para buscar la conexión con los Elementos de la Naturaleza, los jóvenes participaron de la actividad artística del encuentro: la pintura de un mandala con un diseño que representa la Nueva Humanidad.
“Mandala” es una palabra de origen sánscrito, significa ‘círculo’ y representa la unidad, la armonía y la infinitud del universo mediante el equilibrio. La pauta era siempre observar lo que el hermano había comenzado para saber cómo proseguir, lo que permitió trabajar en unidad y armonía evidenciadas en los colores que allí eran combinados. “Sentí como fue trabajando la energía grupal y esto puso como una “puesta en marcha” en mí, algo interno, una llave que abrió algo. Sentí que esto es un comienzo”, nos dice Sebastián de Buenos Aires, Argentina.
Durante este ejercicio, de forma espontánea, se manifestaron músicas con diversos instrumentos permitiendo que, en conjunto, se creara un ambiente de fraternidad y unión. Las semillas de la Nueva Humanidad brotaban dentro de cada alma a través de la expresión artística, de la armonía que transmitía la música y de la manifestación de la Naturaleza que los rodeaba.
Celeste, de 15 años, nos cuenta: “Poco a poco, vas abriendo el corazón e interiorizando en la enseñanza que nos dan esos grandes seres como fueron María, Jesús. A pesar que digan que no los terminarás de conocer, esto que se generó es como un arranque, un comienzo para servir a Dios.”
Durante el encuentro, los jóvenes pudieron expresar su mundo interior, alimentarse de la paz del lugar y de la comunión con los Reinos, y crear nuevos lazos de amor entre estas almas que formarán parte de la Nueva Humanidad.
“Nacerán en cada punto de la Tierra las legiones de los últimos tiempos y tendrán como religión el Amor Universal. Esas legiones estarán formadas por adolescentes y jóvenes, los que impulsarán al mundo a vivir el cambio de la consciencia (…) Despertarán la consciencia sobre el cuidado y el amor a los Reinos de la Naturaleza y al planeta.”
Fragmento del Mensaje de Cristo Jesús Glorificado del 27 de septiembre de 2019.