Renovación del invernadero gracias a las manos de toda la Comunidad
Renovación del invernadero gracias a las manos de toda la Comunidad
Después de meses de trabajo grupal, el mayor invernadero que tiene la Comunidad-Luz ha sido restaurado desde su base con la ayuda de todos los miembros y colaboradores. Esta estructura protege la mayoría de las hortalizas y frutos que sostienen a la Comunidad, y gracias a ella y a un esfuerzo diario de mantenimiento, es posible la autosustentabilidad.
Debido a los grandes cambios de temperatura y ciertas condiciones desfavorables que se dan en los campos de Uruguay, son necesarias estructuras cerradas que permitan el control de la temperatura, la humedad y otros factores ambientales para el buen desarrollo de las plantas.
El invernadero más grande de la Comunidad, instalado en el área R2 desde hace varios años, tenía los pilares de madera colocados directamente en la tierra. Con el tiempo las bases comenzaron a pudrirse y el plástico del techo a estropearse, debido a los fuertes vientos y el sol, dando señales de la necesidad de renovación. Fue así como se tomó la decisión de renovar la estructura por completo, colocando cemento en los huecos de los pilares y protegiendo la madera con un material llamado “hidroasfalto”, para aumentar su durabilidad.
Las maderas utilizadas fueron donadas por un vecino colaborador, quien necesitaba retirar los eucaliptus que poseía en su campo ya que colocaban en riesgo su propiedad. Algunos de los miembros de Comunidad lo ayudaron en esta tarea, la cual llevó varias semanas de intenso trabajo. Así se consiguieron los cuarenta nuevos postes necesarios para la renovación del invernadero. “Tener que cortar un árbol vivo, algo que creció hace muchos años, te pone delante de una situación difícil, pero en todo momento sentí mucha reverencia por el Reino Vegetal y sabia que se estaba ofertando para nuestro sustento. Vivir este proceso me generó mucha más gratitud por los Reinos de la Naturaleza”, dice Fray Akhbar, miembro del grupo de plantíos que asumió la tarea de reconstrucción, con la ayuda de miembros de la Comunidad y colaboradores que dieron su apoyo.
Las grandes maderas fueron cortadas a medida, descascaradas y tratadas para comenzar las bases del lugar. Esta tarea fue posible gracias al esfuerzo realizado en los trabajos grupales, llamados también “mutirones”, en donde los integrantes de la Comunidad se reúnen para realizar tareas en común.
Sin embargo, se presentaron varias dificultades que demoraron la tarea. En la época de lluvia, los huecos de las bases se llenaban de agua y las condiciones se hacían desfavorables para continuar. No obstante, con la ayuda de la energía grupal se conseguía avanzar poco a poco. Además los postes eran pesados y se tuvo que realizar un esfuerzo considerable para colocarlos, tarea que fue realizada a través de cuerdas.
Finalmente, luego de meses de trabajo semanal sujeto a las condiciones del ambiente, las bases se instalaron y debido a las grandes dimensiones del lugar, fue necesario contratar mano de obra especializada para la colocación del plástico que recubre la estructura. Nos cuenta Fray Akhbar: “Sentí que frente a los proyectos que deben realizarse en Aurora, éste era uno muy pequeño; pero como Comunidad, nos preparó internamente a través del trabajo grupal, del trabajo entre hermanos, para saber cómo estar delante de lo que vendrá en un futuro.”
Con la estructura principal ya realizada, la Comunidad actualmente se dedica a la colocación del sistema de riego y de una cerca para que no entren los animales, así como a la reestructuración de los canteros, debido a que en el proceso muchos fueron dañados.
Una vez que las condiciones dentro de la estructura sean favorables para plantar, serán colocadas plantas tropicales como papayas y bananos, dado que este ambiente permite que se genere un microclima y cierta protección para su buen desarrollo. Además, dentro de esta primera etapa, se sembrarán tomates aprovechando la estación primaveral, para servirse de sus frutos en el verano.
Levantar una buena estructura que protegiera el sustento de la Comunidad fue un gran desafío, que se consiguió gracias a las manos de todos los servidores que trabajan día a día en fraternidad, y refuerza el ejemplo de que si estamos unidos en el mismo Propósito, es posible llevar adelante cualquier meta, tanto material, como espiritual. Concluye Fray Akhbar: “Todos sentimos una energía muy especial; todos los que participaron, que vivieron y aportaron en este trabajo desde el principio, consiguieron sentir algo Mayor en el esfuerzo de la Comunidad por la autosustentabilidad y el bien común.”
*Aclaración: Todas las personas de las fotos conviven en la Comunidad desde el período anterior a la pandemia. La Comunidad no se encuentra en contacto con el público y no posee casos de COVID, por lo tanto estaban sin máscaras. Actualmente, a pesar de no haber casos, se está implementando el criterio de utilizar máscaras para mayor protección.