Encuentro de Jóvenes en la Comunidad-Luz
Encuentro de Jóvenes en la Comunidad-Luz
Con la aproximación a las Comunidades-Luz de conciencias jóvenes impulsadas a vivir la vida grupal, se comenzaron a implementar actividades para reunir estas almas que recién comienzan a experimentar nuevos patrones de conducta, de convivencia, de fraternidad y de servicio por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza. El propósito es que se encuentren, se reconozcan como semillas de la Nueva Humanidad y así, unidas, caminen juntas en armonía hacia esta nueva forma de vida.
La Comunidad-Luz Fraternidad de Aurora realiza, una vez por mes, actividades basadas en el trabajo grupal en unión con los Reinos de la Naturaleza, la oración y la expresión artística de los miembros jóvenes del grupo, para las cuales son invitados todos quienes están coligados o próximos al trabajo de las Comunidades.
Estos encuentros sirven también para preparar los mundos internos para el próximo Festival de la Juventud que se realizará en octubre en Montevideo, importante evento que atrae muchas conciencias y ayuda a implantar la paz y el perdón a través de los corazones jóvenes.
Yo llamo a toda la juventud del planeta a colaborar en la redención, no solo del propio ser, sino también a que sea guardiana del futuro de toda la humanidad. (Virgen María - 16 de Julio de 2016)
El pasado 21 de septiembre, día de la primavera, se realizó una de estas jornadas de jóvenes en la que participaron 19 miembros de la comunidad y colaboradores, dando abertura al encuentro con la tarea de la plantación de árboles en el nuevo sistema agroforestal del área R2. Los participantes aprendieron a abonar la tierra con microorganismos y minerales, la disposición estratégica de cada especie a ser plantada y el cuidado y la protección de los ejemplares una vez colocados. El escenario de conciencias jóvenes sembrando el futuro de una comunidad autosustentable refleja y da testimonio de las palabras que la Virgen María dedicó a la juventud:
En la juventud de este tiempo deberá expresarse el Proyecto de la paz y de la conciencia. Un Proyecto que impulsa la manifestación de las bases de la paz en la superficie de la Tierra en tiempos de conflicto y el establecimiento de la conciencia a través del despertar a la vida del espíritu y a la concientización, por el cuidado y el amor al planeta como a los Reinos de la Naturaleza. (28 de julio de 2018)
La tarea, a pesar de ser ardua, no fue pesada para estos jóvenes cuyos corazones estaban plenos del espíritu de unidad y felicidad que fue generado por la unión de almas por un propósito elevado. “Cuando cada uno hacía la parte que le correspondía, teniendo en cuenta al hermano que venía atrás para completar la tarea, moviéndonos todos con un único propósito, eso generaba paz y alegría en el corazón”, cuenta Nara de 28 años y miembro de la Comunidad-Luz.
Luego de un fraterno juego de pelota y de compartir un especial almuerzo ofrecido por la Comunidad-Luz, todos los jóvenes participaron de la Oración por la Paz en la Naciones que se realiza los sábados por la juventud del planeta. Esto hizo profundizar aún más lo que significa ser un Joven de la Paz en estos tiempos que, según las palabras de la Virgen María, es aquella alma y aquel ser que reúne, bajo el espíritu de la Unidad, a sus semejantes, a los demás jóvenes, e intenta por encima de todas las cosas que todos sientan que, en estos tiempos, es importante responder al llamado divino que surge de cada mundo interior.
Como cierre de este día, una fogata fue el centro de un ambiente dedicado a la expresión musical. Los cantos y la música instrumental que cada uno sentía exponer, siempre en armonía con la propuesta del encuentro, encendieron los internos de cada uno afirmando que la convocatoria, más que un encuentro de jóvenes era una unión de almas llamadas por un Propósito Mayor, la realización y la concreción del Plan Divino en la Tierra. Ezequiel, de 24 años, nos dice: Todas las actividades que son comunes fuera de la Comunidad, como el juego de pelota o la fogata, aquí sentí que se realizó de forma muy pura, siempre inspirados hacia el Señor, reflejado en el canto o en la sonrisa, felices de estar congregados por Él y por la paz.
En cada encuentro, las almas diciendo sí al Universo, se van fortaleciendo y, unidas, permiten crecer la semilla de la Nueva Humanidad en su interior. De esta forma, el Plan del Creador encuentra una esperanza y una renovación en el corazón humano, en el corazón de los más jóvenes.