Los patrones de conducta son algo más que simples normas de comportamiento, aunque se reflejen en ellas. Son la expresión posible, en un momento dado, de la Idea divina concebida para el hombre.
Un individuo espiritualmente maduro busca patrones de conducta cada vez más elevados, a pesar de las resistencias internas y externas que encuentre.
Al buscar realizarlas, poco a poco se convierte en canal cristalino de las energías sublimes del propio ser y de las Jerarquías.
- El amor al espíritu.
- La honestidad en las acciones.
- La armonía.
- La igualdad grupal, como la raíz del equilibrio.
- La cura a través del verbo.
- La caridad.
- La Fraternidad
- Mantener la vibración ascendente.
- Utilizar el verbo correctamente, solo lo necesario.
- Colaborar en mantener la alegría interior en la comunidad.
- Aprender a desarrollar la fe, la ciencia de la paz y la perseverancia.
- Permitir que el amor del corazón siga camino hacia la consciencia y desde allí actúe.
- Amar lo nuevo
- Encontrar en la Ley Monástica, un impulso para la ascensión
- Vivir el eterno presente
- Hacer de cada día una ceremonia sagrada
- Recordar siempre que el miedo es el enemigo del amor.
- Saber que todo lo que proviene de la Jerarquía es sagrado.
- Vigilar, orando unido a la Jerarquía.
- Vivir el ejemplo de la Jerarquía.
- Vivir en el corazón de la Jerarquía.
- Vivir bajo la instrucción de los Mayores.
- Obedecer la instrucción de la Jerarquía y cuidar que ella se cumpla.
- Buscar la guía de los más sabios.
- Vivir en eterna gratitud por lo que el universo nos da.
- Amar, proteger y cuidar a los que nos guían.
- Comprender lo que significa representar a la raza humana y a su evolución.
- Trabajar para la reconciliación de todos los seres humanos.
- Tener siempre presente que los adultos serán ejemplo para los pequeños y éstos son las semillas para la nueva raza.
- Reconocer entre los hermanos a los Cristos del Nuevo Tiempo y colaborar para que alcancen la meta.
- Ser parte consciente del canal de cura de los Centros Planetarios.
- Hacer del canto un alimento para el alma y un instrumento de cura.
- Saber que cada alma que llega a curarse significa un paso de la Humanidad.
- Estar dispuestos a curar y re-programar cada aspecto del ser que no colabore con los nuevos padrones, con determinación, honestidad y armonía.
- Poner siempre primero al que tiene hambre, frío o siente dolor.
- Dirigirse al prójimo como hermano.
- Respetar el proceso evolutivo del hermano.
- Tener siempre presente que en el corazón de los más desposeídos Cristo espera por rescate.
- Tener como estandarte en el corazón que los conceptos de Cristo, prójimo y hermano, son los atributos de la Fraternidad.
- Amar y cuidar a los Reinos como a nosotros mismos.
- Abrir la puerta para compartir conscientemente con los devas.
- Vivir en armonía con toda la Creación.
- Respetar los ciclos de la Naturaleza y dejarse guiar por ellos.
- En gratitud, comulgar diariamente con los Reinos cuando nos alimentamos.
- Tener presente que solo se ve bien con el corazón.
- Saber que solo se identifica correctamente con la intuición.
- Saber que solo se juzga bien con la comprensión de los motivos.
- Tener presente que solo se dialoga adecuadamente con la tolerancia a las diversas opiniones.
- Saber que solo se enseña bien con el ejemplo.
- Vivir el principio de la igualdad entre todos.
- Trabajar conscientemente con la disolución de la energía del poder y la propiedad.
- No permitir que el desorden y la inercia atraigan hacia la comunidad la energía del caos
- Desterrar de la vida comunitaria la competencia. (competitividad)
- Trabajar arduamente en la tolerancia.
- No suponer, no justificarse.
- Disolver los conceptos de ventaja y privilegio personal.
- Priorizar las tareas que benefician a todos, no importando quien las haga.
- Vivir en plena armonía interna y externa, personal y comunitaria, imprimiéndola en todos los detalles del diario vivir.